NO TODO CONTRA TODOS

No necesariamente una bella velada con su pareja, una cena romántica sea lo ideal para luego hacer el amor. De verdad en un momento de mi vida pensé que estaba equivocado pero no, definitivamente no es nada cómodo hacer el amor después de una comida con servicio a la rusa. Si lo vemos al revés sería lógico por primera vez: hacer el amor y luego comer, no viceversa pero a esa hora los restaurantes ya están cerrados. Ese debe ser el problema. Es mi percepción no absoluta. Ya entrando a la palestra los estimulantes y la música, se pone un poco mas delicado el tema tan solo por el hecho de que hay mas probabilidades de hacer su "permuta": distintas simbiosis. Mas cabida a la exclusividad. Enriquecer una bella cena con elementos intangibles como la música no es fácil sino para el melómano-cocinero que quiere cierta canción coincida con un plato en particular. Imaginen si fuéramos nosotros los que estuviéramos sentados en la mesa. Detalle importante también sería que quien maneja el sistema de sonido no es sino el cajero del restaurante. No solo no entiende sino que sabotea y desprecia la música con la que el establecimiento acaricia la chequera del comensal. Insisto debe ser muy importante la música en la sala de un restaurante. El sistema de sonido debe estar a leguas del cajero y guarnecido por una ametralladora punto cincuenta, de pata, para sus ataques de creatividad. En caso de incluir drogas en la velada sería poco aconsejable optar por unas rayitas, si realmente desea comer. De cualquier manera espere el pousse-café. Recuerde que la coca es un vasoconstrictor y que lo que acaba de comer podría querer salir a tomar un poco de aire fresco. Por lo general no recomiendo el uso de la cocaína para una velada ni para nada claro está.